Los prejuicios están relacionados con ciertas enfermedades, estados y trastornos, causando confusión, angustias, esfuerzos mal encaminados para su control y erradicación, y en muchos casos rechazo social. Por lo tanto, es preciso conocer de manera exacta definiciones, causas, tipos, trastornos y tratamiento. Con respecto a la seborrea, no es la excepción de la regla.

 ¿Qué es seborrea?

De acuerdo con la etimología de la palabra (del latín sebum, sebo, y el griego, rheín, fluir), es el estado del tegumento (o piel) con producción exagerada de sebo cutáneo y alteraciones cualitativas de su composición, de manera más clara se puede decir que es el aumento anormal en la producción y emisión de las glándulas sebáceas de la piel, junto con inflamación crónica de las capas superficiales de la piel que produce escamas, comezón (prurito) y enrojecimiento (en manchas o difuso: también llamado eritema).

¿Cuándo y cómo ocurre la seborrea?

La hipersecreción de sebo ocurre en la cabeza, específicamente en el cuero cabelludo, engrasando el cabello y con potencial para acelerar la caída del mismo (alopecia seborreica).

Como otros trastornos de la piel, la seborrea puede aparecer junto a cierto tipo de dermatosis como la pitiriasis (descamación furfurácea o en forma de la piel que envuelve a los cereales) o la dermatitis seborreica (inflamación de las capas superficiales de la piel que produce escamas en el cuero cabelludo, la cara y ocasionalmente en otras áreas). El cabello excesivamente engrasado por este motivo se vuelve pesado y pegadizo. También acumula mucha suciedad pegada, además de tener mal olor debido a la grasa que tiende a oxidarse (se enrancia).

Durante la vida del ser humano, en condiciones normales la producción de grasa (sebo) cumple el siguiente ciclo:

1.- Niñez: baja

2.- Pubertad: crece

3.- Adultez: alcanza su nivel máximo.

4.- Vejez: decrece

¿Cuáles son las causas de la seborrea?

Se mencionan a continuación algunas causas de la seborrea: ciertos tratamientos farmacológicos,  desequilibrios en la alimentación y en el sistema nervioso, estrés condiciones ambientales (temperaturas bajas y contaminación), manipulación del cabello (pasarse excesivamente las manos por el pelo), factores hormonales, uso de ciertos champús, factores genéticos (puede transmitirse de padres a hijos) y el consumo de ciertas drogas (específicamente, aquellas pertenecientes a la familia de las anfetaminas).